Es importante conocer las distintas etapas por las que pasan los niños,
para comprender mejor las pautas alimenticias y las exigencias
nutricionales de cada momento. En la edad preescolar, la que corresponde
al periodo de 3 a 6 años, el niño ya ha alcanzado una madurez completa
de los órganos y sistemas que intervienen en la digestión, absorción y
metabolismo de los nutrientes. Es una etapa de crecimiento más lento y
estable, en la que los niños ganan una media de 2 quilos de peso, y de 5
a 6 cm. de talla, al año.
En esta etapa los niños desarrollan
una gran actividad física, por la que su gasto energético aumentará
considerablemente, y por lo que deberá adaptar su consumo de calorías, a
la nueva realidad. Desde el punto de vista del desarrollo psicomotor,
el niño ha alcanzado un nivel que le permite una correcta manipulación
de los utensilios empleados durante las comidas, siendo capaz de usarlos
para llevar los alimentos a la boca.
Una de las características
específicas de esa edad es el rechazo a los alimentos nuevos, por el
temor a lo desconocido. Se trata de una parte normal del proceso
madurativo en el aprendizaje de la alimentación, lo que no debe ser
traducido por la falta de apetito.
El niño preescolar puede reconocer
y elegir los alimentos al igual que el adulto. Normalmente, el niño
tiende a comer lo que ve comer a sus padres y a otras personas que le
acompañan. Ellos observan e imitan, también en la alimentación.
En la escuela, ese proceso se ampliará, y el niño adquirirá hábitos nuevos debido a las influencias externas.
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